19 febrero 2009

Letanías por las vocaciones

V: La Mies es mucha; los obreros pocos:
R: Manda, Señor, obreros a tu mies.

V: Tú que te compadeciste de las multitudes que carecían de pastor:
R: Manda, Señor, obreros a tu mies.

V: A los jóvenes que entienden tu llamada:
R: Dales generosidad, Señor.

V: A las almas a ti consagradas:
R: Aumenta su caridad, Señor.

V: A los jóvenes que dudan de tu llamada:
R: Dales certeza, Señor.

V: A quienes sienten tu llamado desde niños:
R: Acompáñalos, Señor.

V: A los seminaristas:
R: Dales perseverancia, Señor.

V: A los sacerdotes que sufren tentación:
R: Dales tu fuerza, Señor.

V:A los sacerdotes celosos:
R: Enciéndelos más en tu amor, Señor.

V: A los sacerdotes tibios:
R: Dales tu santidad, Señor.

V: A los sacerdotes tristes:
R: Consuélalos, Señor.

V: A los sacerdotes que sienten soledad:
R: Sé tú su compañía, Señor.

V: A los sacerdotes misioneros:
R: Infúndeles tu celo, Señor.

V: A los sacerdotes jóvenes:
R: Impúlsalos a buscar tu gloria, Señor.

V: A los sacerdotes ancianos:
R: Sostenlos en tu servicio, Señor.

V: A los sacerdotes difuentos:
R: Dales tu gloria, Señor.

V: La mies es mucha; los obreos pocos:
R: Envía, Señor, obreros a tu mies.

V: Por el Santo Padre N.
R: Te rogamos, óyenos.

V: Por los pastores de tu Iglesia:
R: Te rogamos, óyenos.

V: Por nuestro obispo N.
R: Te rogamos, óyenos.

V: Por aquellos que necesitan más tu gracia:
R: Te rogamos, óyenos.

V: Por quienes están alejados de ti:
R: Te rogamos, óyenos.

Oración:

Oh, Jesús, eterno sacerdote, no dejes de enviar nuevos sacerdotes y consagrados a tu Iglesia, pastores según tu corazón. Necesitamos ministros de tu gracia y de tu amor. Ellos nos consuelan en tu nombre, alimentan nuestra esperanza, robustecen nuestra fe, aumentan nuestro amor; los necesitamos, Señor, porque te necesitamos a ti, porque necesitamos tu amor; no nos dejes solos, Señor.

Envía obreros a la mies del mundo; envía pescadores que nos atrapen en las redes de tu misricordia; Envía, te lo rogamos con humildad y confianza, pastores según tu corazón.

La mies es mucha, los obreos pocos: envía, Señor, obreros a tu mies.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Amén.



Conocí estas letanías en un volante de la parroquia de los Santos Ángeles Custodios de Providencia, Santiago de Chile. Desconozco su autor.

18 febrero 2009

A María Auxiliadora: novena de la Confianza

Madre amable de mi vida auxilio de los cristianos, la pena que me atormenta, pongo en tus divinas manos. Dios te salve María...

Tú que sabes mis congojas, pues todas te las confío, da la paz a los turbados y alivia el corazón mío. Dios te salve María...

Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a Ti en vano, pues eres madre de Dios y auxilio de los cristianos. Dios te salve María...

Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección haya sido abandonado; animado con esta confianza, me presento a ti. ¡Oh Madre de Dios!, no desoigas mis súplicas; escúchalas y acógelas benignamente, ¡oh clemente, oh dulce Virgen María! (Pedir la gracia que se desea y rezar una Salve)

Oración por los pecadores que no buscan su propia salvación

¿Quién no conoce a alguin que se cierra al amor de Dios? ¿No nos da una sensación de impotencia terrible de verlos rechazar la salvación y la alegría de ser y sentirse hijos de Dios? bueno, no todo está perdido....yo me agarro de esta oración de santa Catalina de Siena que saqué de su obra "Diálogos" y que me ha servido de consuelo ante casos así de personas muy cercanas que amo y que me resisto a dejarlas sin rogar yo por ellas ya que no lo hacen por si mismas.

Padre Eterno:

A ti te es posible todo. Aunque nos creaste sin nosotros, no nos quieres salvar sin nosotros; sin embargo, te ruego que fuerces la voluntad de los pecadores y los dispongas para que quieran lo que ahora no quieren. Te lo pido por tu Misericordia.
Amén

Hacer las cosas como tú, Señor

De la oración de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Así como se puede hacer pidiendo por uno mismo en primer lugar, es posible rezarla por algún otro: a todos nos viene bien hacer las cosas como las hizo el Señor.

Señor:
Que yo vea con tus ojos; 
que hable con tus palabras; 
que escuche con tus oídos;
que trabaje con tus manos;
que quiera con tu voluntad; 
que ame con tu corazón.

Amén


A san Miguel Arcángel


Me encanta la clásica oración a san Miguel que se rezaba después de la  misa y que compuso el santo padre León XIII, pero acá hay otra que es la antífona de la Corona Angélica a san Miguel que está muy bien también.


Gloriosísimo príncipe san Miguel arcángel, cabeza y jefe de los ejércitos celestiales, depositario de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, doméstico en la real morada de Dios, nuestra guía admirable después de Jesucristo y de su madre bendita,  de excelencia y virtud sobrehumanas, dignaos librar de todo mal a todos los que acudimos a Vos con confianza, y haced por medio de vuestra protección incomparable que adelantemos cada día en servir fielmente a nuestro Dios.

Corona Angélica en honor a san Miguel Arcángel


Corona Angélica del Arcángel San Miguel

De acuerdo con una piadosa tradición el arcángel san Miguel declaró a una persona devota que le sería grato se pusieran en uso las siguientes oraciones en honor suyo. La propagación y difusión de esta devoción se debe a una religiosa carmelita del monasterio de Vetralla, diócesis de Viterbo (Italia), muerta con fama de santidad en 1751. El 8 de agosto de 1851 Pío IX concedió indulgencias a la práctica de este piadoso ejercicio.

A ser posible, delante de una imagen del santo Arcángel, hacer un acto de verdadera contrición y rezar a continuación devotamente las siguientes salutaciones:

V. Oh Dios, ven en mi ayuda.
R. Apresúrate, Señor a socorrerme. Gloria al Padre...
 
SALUTACIÓN I

Un Padrenuestro y tres Avemarías al primer coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del celeste coro de Serafines, suplicamos al Señor nos haga dignos de una llama de perfecta caridad. Amén.
  
SALUTACIÓN II
Un Padrenuestro y tres Avemarías al segundo coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del coro celeste de querubines, quiera el Señor concedernos la gracia de abandonar el camino del pecado, y de correr por el de la perfección cristiana. Amén.

SALUTACIÓN III
 Un Padrenuestro y tres Avemarías al tercer coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del sagrado coro de los tronos, infunda el Señor en nuestros corazones un espíritu de verdadera y sincera humildad. Amén.

SALUTACIÓN IV 
Un Padrenuestro y tres Avemarías al cuarto coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del coro celeste de las Dominaciones, quiera el Señor concedernos la gracia de poder dominar nuestros sentidos y corregir las pasiones depravadas. Amén.

SALUTACIÓN V 
Un Padrenuestro y tres Avemarías al quinto coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del celeste coro de las Potestades, dígnese el Señor librar nuestras almas de las asechanzas y tentaciones del demonio. Amén.

SALUTACIÓN VI 
 Un Padrenuestro y tres Avemarías al sexto coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del coro de las admirables Virtudes celestiales, no permita el Señor que caigamos en las tentaciones, sino que nos libre de todo mal. Amén.

SALUTACIÓN VII 
Un Padrenuestro y tres Avemarías al séptimo coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del coro celeste de los principados, dígnese Dios llenar nuestras almas del espíritu de verdadera y sincera obediencia. Amén.

SALUTACIÓN VIII 
Un Padrenuestro y tres Avemarías al octavo coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del coro celeste de los arcángeles, quiera el Señor concedernos el don de la perseverancia en la fe y en las obras buenas, para que podamos conseguir la gloria del paraíso. Amén. 
  
SALUTACIÓN IX 
Un Padrenuestro y tres Avemarías al noveno coro angélico.
Por intercesión del glorioso arcángel san Miguel y del coro celeste de todos los ángeles, dígnese el Señor concedernos que nos guarden en la presente vida mortal, y después nos conduzcan a la gloria eterna de los cielos. Amén.

A continuación se rezan cuatro Padrenuestros:

  • el primero a San Miguel,
  • el segundo a san Gabriel,
  • el tercero a san Rafael, y
  • el cuarto a nuestro Ángel Custodio.
Se concluye este ejercicio con la siguiente antífona y oración final:

Antífona. Gloriosísimo príncipe san Miguel arcángel, cabeza y jefe de los ejércitos celestiales, depositario de las almas, vencedor de los espíritus rebeldes, doméstico en la real morada de Dios, nuestra guía admirable después de Jesucristo y de su madre bendita,  de excelencia y virtud sobrehumanas, dignaos librar de todo mal a todos los que acudimos a Vos con confianza, y haced por medio de vuestra protección incomparable que adelantemos cada día en servir fielmente a nuestro Dios.


V. Ruega por nosotros, oh gloriosísimo San Miguel arcángel, príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, que con un prodigio de bondad y misericordia para la salvación de todos los hombres elegiste por príncipe de tu Iglesia al gloriosísimo san Miguel arcángel; te suplicamos no hagas dignos de que con su benéfica protección nos libre de todos nuestros enemigos, para que ninguno de ellos nos moleste en la hora de nuestra muerte, sino que seamos conducidos por él a la presencia de tu divina Majestad. Por los méritos de Nuestros Señor Jesucristo. Amén.

Compilado por: José Gálvez Krüger Director de la Revista de Humanidades “Studia Limensia”




He tomado esta Corona Angélica del sitio Aciprensa

11 febrero 2009

Oración de una madre a su Madre

Madre mía socorre a mis hijos, que esta palabra sea el grito de mi corazón desde la aurora.

Oh María! que tu bendición les acompañe, les guarde, les defienda, les anime y les sostenga en todo momento, cuando en la noche se dispongan al descanso a fin de continuar con nuevo fervor al día siguiente en su camino hacia la Eterna Palabra.

Madre mía, socorre a tus hijos. Que tu bendición descienda sobre ellos en el trabajo, en el descanso, en la salud y enfermedad, en la vida y en la muerte, que ésta no sea repentina ni por toda la eternidad.
Así sea
Creo que suscribo esta oración como si me hubieran leído el
pensamiento. También me la trajo mi madre desde México

Letanías a los ángles sanadores


Letanías de los Ángeles Sanadores
Mi madre conoció estas letanías en una iglesia en México y las anotó a mano en un papel. Me las regaló en una copia especial de su puño y letra y tengo el gusto de transcribirlas acá como un modo de honrar a estos protectores que Dios ha puesto a nuestro lado para ayudarnos en el caminar terreno, y a la vez, dar a conocer a los únicos tres ángeles (arcángeles) que tienen nombre y servicios conocidos en la Escritura. Ante la avalancha de ángeles imaginarios y/o francamente paganos, es bueno recordar que tenemos a los verdaderos para encomendarles nuestros pasos y necesidades, en este caso, especialmente la sanación de muchos males.


Dios ordenó a sus santos ángeles
que te guardaran en todos tus caminos
te llevaran en sus brazos
para que no tropieces con piedra alguna.

¡Oh Dios Creador de todas las cosas!
Te rogamos que envíes a tus ángeles para que permanezcan junto a nosotros.

¡Señor Jesucristo, Redentor del género humano!
Te rogamos

Espíritu Santo que nos iluminas y nos transmites paz.
Te rogamos

Para que podamos sanar nuestras enfermedades físicas.
Te rogamos

Para que podamos curarnos de todas las heridas físicas y del corazón y el espíritu.
Te rogamos

Para que podamos curarnos de todo lo que nos separa de Ti, de los demás y de nosotros mismos Te rogamos

Para que podamos perdonar a todos los que nos han herido, recibamos su perdón y el tuyo
Te rogamos

Para que nos esforcemos en sanar la tierra
Te rogamos

Sagrados Ángeles que nos protegen del peligro
Permaneced con nosotros y ayudadnos a sanar

Sagrados Ángeles que sois nuestros maestros y guías
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles nuestros abogados en el Cielo
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles nuestros amigos y consejeros
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles que nos ayudáis a lo largo de nuestro vida
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles que nos amáis con el amor de Dios
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles nuestros amigos y consejeros
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles que nos ayudáis a lo largo de nuestro vida
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles nuestros abogados en el Cielo
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles que nos transmitís los mensajes del Altísimo
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles que guiáis nuestro corazón hacia Dios
Permaneced con nosotros

Sagrados Ángeles que deseáis nuestra curación de cuerpo, mente y espíritu
Permaneced con nosotros

Santos Ángeles que nos ilumináis con la gracia de Dios para saber lo que necesita curación – Permaneced con nosotros

Arcángel san Miguel
Permaneced con nosotros

Santo príncipe de las huestes celestiales
Permaneced con nosotros

Arcángel san Miguel, portador de la luz y la claridad de Dios
Permaneced con nosotros

Arcángel san Miguel, nuestro defensor contra el enemigo
Permaneced con nosotros

Arcángel san Gabriel – Permaneced con nosotros

Arcángel san Gabriel que iluminas nuestras mentes con la palabra de Dios
Permaneced con nosotros

Arcángel san Gabriel perfecto modelo de oración
Permaneced con nosotros

Arcángel san Gabriel revelador de misterios
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael – Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael, cuyo nombre significa "Dios ha curado"
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael uno de los siete Ángeles que están en presencia del Altísimo
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael que intercedes por nosotros ante Dios
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael, noble y poderoso mensajero de Dios
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael nuestro guía y protector en el viaje de la vida
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael, patrón de todos aquellos que buscan salvación
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael, patrón de todos los sanadores
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael consuelo de los enfermos
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael que guiaste a Tobías
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael que curaste al padre de Tobías de su ceguera
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael que expulsaste a los Ángeles caídos con el poder de Dios
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael encargado de sanar la tierra y proclamar salvación
Permaneced con nosotros

Arcángel san Rafael guardián de la familia y ángel de los matrimonios felices
Permaneced con nosotros

Todos vosotros ángeles sanadores
Permaneced con nosotros

Vosotros que sois poderosos, cumplís sus mandamientos y obedecéis sus palabras
Permaneced con nosotros

Bendecid al Señor todos sus ángeles

Recemos como Jesús nos enseñó:
Padre nuestro, Dios de amor que nos proporcionas la vida a humanos y Ángeles, acudimos a ti con la esperanza de sanar, pidiéndote que llenes nuestros corazones y cuerpos con tu luz. Ilumínanos para saber lo que necesitamos y danos fe para conocer y agradecer lo que ya nos has concedido. Te lo pedimos en nombre de Jesús, Amén.