Esta versión la conozco sólo cantada. Nunca la he recitado pero es bellísima y muy tradicional.
Ven a nuestras almas
¡ Oh Espíritu SANTO!
y del cielo envía de tu luz un rayo.
Ven, padre de pobres,
ven, de dones franco,
ven, de corazones lucido reparo.
Ven, consolador,
dulce y soberano,
huésped de las almas, suave regalo.
En los contratiempos descanso al trabajo,
templanza en lo ardiente,
consuelo en el llanto.
Santísima luz de todo cristiano,
lo intimo del pecho,
llena de amor casto.
En el hombre nada se halla sin tu amparo,
y nada haber puede sin Ti,
puro y santo.
Con tus aguas puras lava lo manchado,
riega lo que es seco,
pon lo enfermo sano.
Al corazón duro doblegue tu mano,
y ablande las almas
que manchó el pecado.
Vuelve al buen camino al extraviado,
y al helado enciende
en tu fuego santo.
Concede a tus fieles en Ti confiados
de tus altos dones sacro setenario.
Aumento en virtudes haz que merezcamos,
Aumento en virtudes haz que merezcamos,
del eterno gozo el feliz descanso.
Amén.
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