La liturgia es una maravilla que siempre me deslumbra y alegra. Todo lo dice exacta, breve y bellamente, aunque sean las cosas más sublimes. Les dejo un ejemplo tomado del breviario de un sacerdote y leído en un blog.
Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
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