No es que la Virgen sea exclusivamente Madre de todos los chilenos, sino que esta oración la compuso monseñor Ángel Jara, un obispo de esta tierra, pues bajo esa advocación la hemos declarado nuestra patrona, abogada y reina.
Purísmo corazón,
de María del Carmelo,
sé en mi vida modelo,
y en mi muerte, salvación.
Y en toda tribulación,
sé refugio y mi alegría,
contigo me uno, madre mía,
de la cruz al sacrificio,
y me consagro al servicio
de Jesús, José y María.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario