20 julio 2008

Oración a Santa Gianna Beretta Molla




Dios, Padre nuestro, te alabamos y te bendecimos porque en Santa Gianna Beretta Molla nos has concedido y dado a conocera una mujer, testigo del Evangelio, como joven, esposa, madre y médico.

Te damos gracias también porque por medio de la entrega de su vida nos enseñas a acoger y honrar a toda criatura humana.
Tú, Señor Jesús, has sido para ella referencia privilegiada: te ha sabido reconocer en la belleza de la naturaleza; cuando se preguntaba qué camino debía tomar en la vida, te buscaba y quería servirte del mejor modo posible; en el amor conyugal ha sido signo de tu amor por la Iglesia y por la humanidad; como tú, buen samaritano, se ha detenido junto a toda persona enferma, pequeña y débil; siguiendo tu ejemplo y por amor, se ha dado totalmente, engendrando nueva vida.


Espíritu Santo, fuente de toda perfección, concédenos también a nosotros sabiduría, inteligencia y valor para que, siguiendo el ejemplo de santa Gianna y por su intercesión, en la vida, personal, familiar y profesional, sepamos ponernos al servicio de todo hombre y de toda mujer para crecer así en el amor y en la santidad.

Amén.

19 julio 2008

Santifica mi trabajo

BENDICE MI TRABAJO

Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar.
Bendice mis labores y las de mis compañeros.
Danos la gracia de conocerte a través del trabajo de todos los días.
Ayúdanos a ser servidores incansables de los demás.
Ayúdanos a hacer de nuestro trabajo una oración.
Ayúdanos a descubrir en el trabajo una posibilidad de construir un mundo mejor.
Maestro, como el único que puede saciar nuestra sed de justicia.
Concédenos la gracia de liberarnos de toda vanidad y de ser humildes.
Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar.
Amén

Dame, Señor, sabiduría

No sólo se pide sabiduría en esta oración de un autor que desconozco. Se pide perseverancia, diligencia y muchas otras virtudes, que como sabemos nunca se crece en una sino que van unidas como en una cadena -concatenadas, se dice- y si ganamos en una virtud, sin darnos cuenta creceremos en otras. Vale la pena.
Dame, Señor, sabiduría

Dame, Señor, la sabiduría que de Ti procede. Ayúdame a ser responsable en el trabajo, a utilizar adecuadamente el tiempo, a no desanimarme, y a no caer en pesimismo alguno. Ayúdame a no trabajar sólo por dinero, sino por buscar la verdad y el bien de todos tus hijos. Ayúdame a ver durante el tiempo de tedio y cansancio una posibilidad de vencer mi flojera y apatía. Ayúdame a ser solidario con el compañero que me necesita. Sé, Señor, que sólo en ti y por ti todo lo que haga, todo lo que aprenda, todo lo que diga tendrá sentido.
Amén

Pensamiento del alfarero

PENSAMIENTO DEL ALFARERO
San Ireneo (S. IV)

No eres Tú el que forma a Dios; es Dios quien te forma a Ti.
Entonces, si eres tú el trabajo de Dios, espera la mano del artista
que hace todo a su tiempo. Ofrécele tu corazón suave y dócil y mantén la forma en que
el artista te ha moldeado. Deja que tu greda esté húmeda y permite que crezca en ti,
fuerte y libre, la huella de sus dedos.

Señor, en ti confío.

Una de las cosas que el Señor pedía para hacer milagros era fe, confianza. También la pide hoy a través de sus manifestaciones recientes como a santa Faustina Kowalska y otros. He aquí una preciosa oración en ese sentido. Ignoro su autor.
SEÑOR, EN TI CONFÍO

Señor, en Ti confío, a Ti ruego.
Conoces mi existencia, sabes de mi dolor. Has visto mis ojos llorar, mi rostro triste, mi cuerpo doliente y la tristeza que ha pasado por mi alma.
Sé que estoy cumpliendo en mi vida lo que falta a los dolores de Tu cruz.
Muchas cosas me hacen sufrir: la incomprensión, la soledad, las dudas, los peligros, los contratiempos, las dificultades, pero vivo con la seguridad de que ni la muerte, ni la vida, ni el presente, ni el futuro, ni las fuerzas del universo, ni la criatura alguna me separarán de tu gran amor. Sé que todo, incluso el dolor, lo dispones para bien de los que amas.
Amén

Oración de liberación

ORACIÓN DE LIBERACIÓN

Señor, Dios nuestro, ayúdame a ser manso y humilde de corazón.

Dame la gracia de liberarme de todo egoísmo, de todo afán de ser considerado más que los demás, de todo orgullo y prepotencia, especialmente con el más débil.

Líbrame, Señor, de toda mala intención respecto de los demás.

Ayúdame a ser transparente en mis intenciones y auténtico en mis acciones.

Líbrame de todo aquello que me separa de Ti, porque sólo Tú eres santo y fuente de auténtica libertad.

Enséñame a amar auténticamente, a hacer de mi trabajo un verdadero apostolado; a construir con mi aporte un mundo más justo, más hermoso, más digno de Ti.
Amén

"Señor: Aparta de mí lo que me aparta de ti."


Bienaventuranzas de la Alegría

Bienaventuranzas de la Alegría
Autor: Santo Tomás Moro

• Dichosos los que saben reírse de sí mismos, porque no terminarán nunca de divertirse.
• Dichosos los que saben distinguir una montaña de una piedra, porque se evitarán muchos inconvenientes.
• Dichosos los que saben descansar y dormir sin buscarse excusas; llegarán a ser sabios.
• Dichosos los que saben escuchar y callar; aprenderán muchas cosas.
• Dichosos los que son suficientemente inteligentes para no tomarse en serio: serán apreciados por sus vecinos.
• Dichosos los que están atentos a las necesidades de los demás, sin sentirse indispensables: serán dispensadores de alegría.
• Dichosos ustedes cuando sepan mirar seriamente a las cosas pequeñas, y tranquilamente a las cosas importantes: llegarán lejos en la vida.
• Dichosos ustedes cuando sepan apreciar una sonrisa y olvidar un desaire; vuestro camino estará lleno de sol.
• Dichosos ustedes cuando sepan interpretar con benevolencia las actitudes de los demás, aún contra las apariencias: serán tomados por ingenuos, pero este es el precio de la caridad.
• Dichosos los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar; evitarán muchas necedades.
• Dichosos ustedes sobre todo cuando sepan reconocer al Señor en todos los que encuentren: habrán encontrado la verdadera luz y la verdadera sabiduría .


17 julio 2008

La Vida con Amor


La justicia con Amor te hace justo,
 sin Amor te hace duro.
La amabilidad con Amor te hace amable, 
sin Amor te hace hipócrita.
La inteligencia con Amor sirve a la razón, 
sin Amor te hace cruel.
La agudeza con Amor te hace capaz de adquirir la verdad, 
sin Amor te hace agresivo.
La autoridad con Amor te hace guía y protector,
 sin Amor te hace déspota.
La amistad con Amor te hace generoso, 
sin Amor te hace interesado.
El apostolado con Amor te hace servicial, 
sin Amor te da una excusa para lucirte.
La alegría con Amor te ayuda a ver a Dios en todo, 
sin Amor te hace un bufón.
La libertad con Amor te hace capaz del mayor bien, 
sin Amor te hace un abusador.
Tus éxitos con Amor te hacen crecer, 
sin Amor te hacen orgulloso.
Tus enseñanzas con Amor te hacen maestro, 
sin Amor te hacen arrogante.
LA VIDA CON AMOR, LO ES TODO; 
SIN AMOR, NO VALE NADA.

08 julio 2008

Mi visita a Jesús sacramentado

Jesús está en tu barrio. No lo busques muy lejos, sólo acompáñalo con esta oración algo larga, pero completa. Puedes elegir lo que más te interprete en esta etapa de tu vida y repetirlo muchas veces llevando tu pensamiento hasta el sagrario más próximo. Si no lo tuvieses cerca, también puedes hacer tuya esta devoción: Dios te oye igual, pero le gusta y agradece tu visita amorosa.
MI VISITA A JESÚS SACRAMENTADO

Actos de adoración:

Vengo, Jesús mío, a visitarte.
Te adoro en el sacramento de tu amor.
Te adoro en todos los sagrarios del mundo.
Te adoro, sobre todo, en donde estás más abandonado y eres más ofendido.
Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido desde la institución de este Sacramento y recibirás hasta el fin de los siglos.
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu santa madre, de san Juan, tu discípulo amado, y de las almas más enamoradas de la eucaristía.

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

Ángel de mi guarda, ve y visita en mi nombre todos los sagrarios del mundo.
Di a Jesús cosas que yo no sé decirle, y pídele su bendición para mí.


Actos de fe:
Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo que has venido a salvarnos.
Creo que estás presente en el augusto Sacramento del Altar.
Creo que estás, por mi amor, en el sagrario noche y día.
Creo que has de permanecer con nosotros hasta que se acabe el mundo.
Creo que bendices a los que te visitan, y que atiendes los ruegos de tus adoradores.
Creo que eres el viático de los moribundos que te aman para llevarlos al cielo.
Creo en Ti, y creo por los que no creen. (Comunión espiritual).

Actos de esperanza:

Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios y me has creado para el cielo.
Espero en Ti, porque eres mi padre. Todo lo he recibido de tu bondad. Sólo lo malo es mío.
Espero en Ti, porque eres mi redentor.
Espero en Ti, porque eres mi hermano y me has comunicado tu filiación divina.
Espero en Ti, porque eres mi abogado que me defiendes ante el padre.
Espero en Ti, porque eres mi intercesor constante en la eucaristía.
Espero en Ti, porque has conquistado el cielo con tu pasión y muerte.
Espero en Ti, porque reparas mis deudas.
Espero en Ti, porque eres el verdadero tesoro de las almas.
Espero en Ti, porque eres tan bueno que me mandas que confíe en ti bajo pena de condenación eterna.
Espero en Ti, porque siempre me atiendes, y me consuelas, y nunca has defraudado mi esperanza.

¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío!

Actos de caridad:

Te amo, Jesús mío, y te amo con todas las veras y como a nadie.
Porque Tú me has amado infinitamente.
Porque Tú me has amado desde la eternidad.
Porque Tú has muerto para salvarme.
Porque Tú no has podido amar más.
Porque Tú me has hecho participante de tu divinidad y quieres que lo sea de tu gloria.
Porque Tú te entregas del todo a mi en la Comunión.
Porque Tú me das en manjar tu Cuerpo y en bebida tu Sangre.
Porque Tú estás siempre por mi amor en la Santa Eucaristía.
Porque Tú me recibes siempre en audiencia sin hacerme esperar.
Porque Tú eres mi mayor Amigo.
Porque Tú me llenas de tus dones.
Porque Tú me tratas siempre muy bien, a pesar de mis pecados e ingratitudes.
Porque Tú me has enseñado que Dios es Padre que me ama mucho.
Porque Tú me has dado por Madre a tu misma Madre.

¡Dulce Corazón de Jesús, haz que te ame cada día más y más!
Dulce Corazón de Jesús, sé mi amor.

Te amo por los que no te aman.
Te amo por los que nunca piensan en Ti.
Te amo por los que no te visitan.
Te amo por los que te ofenden e injurian.
¡Que pena por esto!

Te amo y te digo con aquel tu siervo:
¡Oh Jesús, yo me entrego a Ti para unirme al amor eterno, inmenso e infinito que tienes a tu Padre celestial! ¡Oh Padre adorable! Te ofrezco el amor eterno, inmenso e infinito de tu amado Hijo Jesús, como mío que es. Te amo cuando tu Hijo te ama. (S. Juan Eudes).



Actos de contrición:

¡Jesús mío, misericordia!
Jesús mío; te pido perdón por los muchos pecados que he cometido durante mi vida.
Por los de mi niñez y adolescencia.
Por los de mi juventud.
Por los de mi edad adulta.
Por los que conozco y no conozco.
Por lo mucho que te he disgustado con ellos.
Por lo mal que me he portado contigo.
Siento mucho haberte ofendido.
¡Perdóname, perdóname, perdóname!
Perdóname según tu gran misericordia.
Perdóname por lo ingrato que he sido para Ti.
Perdóname y no quieras ya acordarte de mis pecados.
Perdóname y limpia mi alma de toda basura e infidelidad.
Perdóname y ten misericordia de este pobre pecador.
Perdóname, porque estoy muy arrepentido.
Perdóname, que quiero ser bueno en adelante con tu divina gracia.
Perdóname y aparta tu rostro de mis ingratitudes.
Perdóname, que me causan mucho miedo mis pecados.
Perdóname, porque me reconozco pecador y reo.
Perdóname, porque no obstante Tú sabes que te quiero mucho.
Jesús, sé para mí Jesús.

Madre mía, intercede por mí ante tu divino Hijo Jesús.
¡Dulce Corazón de María, sé mi salvación!

Actos de gratitud:
Oh Jesús, te doy rendidas gracias por los beneficios que me has dado.
Yo no sabré nunca contarlos sino en el cielo, y allí te los agradeceré eternamente.
Padre Celestial, te los agradezco por tu Santísimo Hijo Jesús.
Espíritu Santo que me inspiráis estos sentimientos, a Ti sea dado todo honor y toda gloria.
Jesús mío, te doy gracias sobre todo por haberme redimido.
Por haberme hecho cristiano mediante el Bautismo, cuyas promesas renuevo.
Por haberme dado por Madre a tu misma Madre.
Por haberme dado un grande amor a tan tierna Madre.
Por haberme dado por Protector a San José, tu Padre adoptivo.
Por haberme dado al Ángel de mi Guarda.
Por haberme conservado hasta ahora la vida para hacer penitencia.
Por tener estos deseos de amarte y de vivir y morir en tu gracia.

Actos de súplica:

Te ruego, Jesús mío, que no me dejes, porque me perderé.
Que persevere siempre en tu amor.
Que estés siempre conmigo, sobre todo cuando esté en peligro de pecar, y en la hora de mi muerte.
Que no permitas que jamás me aparte de Ti.
Que sepa padecer con resignación por Ti.
Que no me preocupe sino de amarte.
Que ame también a mis prójimos.
Que ame mucho a los pecadores.
Que ame mucho a los pobres y a los enfermos.
Que ame mucho a las almas del Purgatorio.
Que saque muchas almas del Purgatorio con mis obras, que te las ofrezco a este fin.
Que ampares a tu Iglesia.
Al romano Pontífice, tu Vicario visible en la tierra.
A los Prelados y a los Sacerdotes.
A los Religiosos y Religiosas.A los que mandan en tu nombre.
A los que gobiernan nuestra nación.
A nuestra querida patria.
A mis amados parientes y allegados.
Que pagues a mis bienhechores.
Que favorezcas a los que ruegan por mí.
Que bendigas a los que me miren con indiferencia y no me quieran.
Que trabaje mucho por Ti hasta la muerte.
Que me concedas una muerte santa.
Que diga al morir: ¡Jesús, Jesús, Jesús!
Que me lleves al cielo cuando muera.
Amén.

ORACIÓN FINAL
Jesús mío, échame tu bendición antes de salir, y que el recuerdo de esta visita, que acabo de hacerte, persevere en mi memoria y me anime amarte más y más. Haz que cuando vuelva a visitarte, vuelva más santo. Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente y lo hagas más agradable a tus divinos ojos.
Adiós, adiós, Jesús mío.



H. ORZANCO (C.M)


02 julio 2008

A tí, Cristo de los Faroles

He descubierto un blog que nos ha regalado, y promete que nos regalará más, poemas y oraciones compuestas en verso por su autor Terly y por su padre. Mientras, copio acá éste soneto dedicado al Cristo de los Faroles de Córdoba.

A Ti, Cristo Jesús de los faroles,
a Ti, Padre de quien tanto espero,
a Ti, que tanto te adoro y quiero,
a Ti, Señor, te imploro tus favores...

A Ti, que todo llenas de esplendores,
a Ti, consuelo del mundo entero,
a Ti, sumiso acudo y te venero,
a Ti, te pido calmes mis temores...

A Ti, protector de los toreros,
a Ti, que apaciguas los dolores,
a Ti, faro y luz del marinero,

a Ti, yo te imploro, lastimero,
a Ti, acudo, humilde y sincero,
a pedirte perdón por mis errores.

Compuesta por Terly

01 julio 2008

Peticiones a la Virgen del Carmen


¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste tu bendito escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de tu maternal protección. Ruega por mí para vencer mi flaqueza , ayúdame a iluminar las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría; consigue del Señor, tu Hijo, aumentar en mí la fe, la esperanza y la caridad. Que adornada mi alma con tales gracias y virtudes sea siempre amada de Dios y de ti.. Asísteme en vida, consuélame cuando muera con tu consoladora presencia, y preséntame a la augusta Trinidad como hijo y siervo devoto tuyo, para alabar eternamente y bendecir al Señor contigo en el Paraíso. Amén.

A la V. del Carmen. Súplica para tiempos de dificultad

Oración a la Virgen del Carmen
Súplica para tiempos de dificultad


"Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."



Para saber más de la Virgen del Carmen y el escapulario del Carmen, consultar acá*

Pidiendo ser risueños. Madre Teresa de Calcuta

Oración de la Madre Teresa de Calcuta pidiendo el escaso bien de la sonrisa.

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.
Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.
Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.
Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén.